lunes, 19 de septiembre de 2011
jueves, 30 de junio de 2011
NUBES.
LAS NUBES
Nubes vaporosas,
nubes como tul,
llevad l'alma mía
por el cielo azul.
¡Lejos de la casa
que me ve sufrir,
lejos de estos muros
que me ven morir!
Nubes pasajeras,
llevadme hacia el mar,
a escuchar el canto
de la pleamar,
y entre la guirnalda
de olas cantar.
Nubes, flores, rostros,
dibujadme a aquel
que ya va borrándose
por el tiempo infiel.
Se desgaja mi alma
sin el rostro de él.
Nubes que pasáis,
nubes, detened
sobre el pecho mío
la gresca merced.
¡Abiertos están
mis labios de sed!
Gabriela Mistral
OCASO.
OCASO
Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde... El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.
Pero su seno el mar alzó potente,
y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.
Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,
para mi amarga vida fatigada...
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar y no pensar en nada!...
Manuel Machado
Besa la playa y…se va.
Besos de espuma y agua…
Se mecían en las olas de la vida,
la distancia marcaba las horas
y sus besos eran de espuma y agua.
Olas de espuma blanca
que besaban la orilla de la playa,
llegaban audaces, impetuosas,
arrasando de pasión y sal
las trémula caricias anheladas.
La brisa traía remolinos de quebrantos,
el desvarío de un amor del pasado
que levantaba la arena insegura
con pertinaz rabia, con celos de locura,
con recuerdos de promesas incumplidas,
de lamentos de un juramento
de amor olvidado.
La arena y las olas se abrazan,
y en mil besos de espuma y agua,
sellan para siempre la comunión
de sus almas.
El pasado muere lento y agotado,
se le acaban los gritos de reclamo,
se apagan entre los riscos del acantilado.
Es imposible quebrar el amor ajeno
cuándo ya se han dado mil besos
de espuma y agua.